Confesiones de un misógino en El Círculo Teatral
Por fin ha empezado a desenmascararse la ubicuidad de la misoginia que contamina actitudes, opiniones, credos y costumbres desde hace milenios. Contrapartida exacta del machismo, a veces muestra su rostro directamente agresivo o disfraza su grosería en galanteo. Señalarla y combatirla es un mandato gozosamente bienvenido. No obstante, como todo y por fortuna, los sentimientos humanos tienen matices y mayor profundidad de la aparente. Ver en escena que la misoginia también lastima y mutila al que la ejerce, que es una forma radical de misantropía -vocablo que por cierto es una forma más de abuso simbólico porque se asume, como sucede con tantas otras palabras, que el término implicado de “anthropos” (hombre) designa a toda la humanidad- nos remite a una veta más vasta del significado y alcance del odio. Conocer los entresijos de la inquina quizás nos permita denunciar y combatir mejor la misoginia. Pero posiblemente también la toma de conciencia de esta complejidad se traduzca en un exhorto para evitar las bravatas, el encono y ese enjuiciamiento perentorio a menudo infundado con el que nos acusamos unos a otros desgarrando el tejido de nuestra vida social. Dicho exhorto es también un mandato insoslayable.
Confesiones de un misógino
Escrita, dirigida y actuada por
Emoé de la Parra
Duración: 55 min.
Créditos
Escrita, dirigida y actuada:
Emoé de la Parra
Asistente de dirección:
Gilary Negrete
Producción ejecutiva:
Jorge Ramírez y Diana Muñoz
Escenografía e iluminación:
Jorge Ramírez
Caracterización:
Diana Muñoz
Apoyo logístico:
Pedro Gómez
Video:
Juan Carlos Bonilla